Muchos traductores están familiarizados con la controversia sobre la traducción que dio origen a los cuernos de Moisés. Su traductor, conocido como San Jerónimo, se dedicaba al análisis bíblico, el debate teológico, la correspondencia y la traducción pero se ganó un lugar en la historia principalmente por sus traducciones y revisiones del Antiguo y Nuevo Testamento.
San Jerónimo tradujo estos textos del original en hebreo, y tenía la humildad suficiente para admitir su ignorancia y revisar trechos de sus traducciones cuando parecía que había cometido un error. No obstante, su traducción de la Biblia al latín fue reconocida por el Concilio de Trento como la versión oficial y, al presente, San Jerónimo sigue siendo un traductor y estudioso de la Biblia reconocido mundialmente.
La controversia en cuestión se refiere a un trecho del texto del Exodus 34. En la versión original en hebreo, se puede leer idiomáticamente que, al descender del monte Sinaí, el rostro de Moisés emanaba rayos de luz. Sin embargo, la misma expresión que significa “rayos de luz” también significa “cuernos” dependiendo del contexto. Y en lo que algunos consideran una mala traducción, San Jerónimo prefirió utilizar este último significado.
El resultado de este posible error fue un Moisés con cuernos en la Vulgata, traducción oficial al latín de la Biblia. Como una lección para estudiantes de traducción y también de arte, Miguel Ángel introdujo esa imagen en nuestro inconsciente colectivo al crear la escultura de Moisés en 1515 basándose en la traducción de San Jerónimo (lo mismo hicieron otros artistas contemporáneos).
Más recientemente, algunos eruditos han intentado justificar esta transgresión de San Jerónimo al citar el simbolismo de glorificación y poder que tenían los cuernos en la época. Con esta explicación, la luz que emanaba del rostro de Moisés y los cuernos estarían alineados en el mismo significado. Asimismo, algunos artistas, como José de Ribera en su interpretación de 1638, han intentado combinar visualmente los rayos de luz y los cuernos para que sean esencialmente lo mismo.
Los estudiantes de traducción pueden aprender con esta controversia que siempre deben buscar el significado detrás de las palabras, sin desestimar el contexto histórico.