El idioma español y el machismo

El auge de lo políticamente correcto ha llegado hasta el habla de los hispanoparlantes. En los últimos años, se ha puesto de moda en ciertos ambientes el llamado lenguaje inclusivo, es decir, un léxico que considera necesario explicitar que cuando se dice todos, no se habla sólo de los varones sino también de las mujeres.

Los militantes del lenguaje no sexista aducen que aceptar como lo hace la norma española el predominio del género masculino en el plural sería algo equivalente a una discriminación por sexo. Proponen en consecuencia que, por ejemplo, en vez de decir «mis amigos», se diga «mis amistades»; en vez de «ciudadanos», «ciudadanía»; en vez de «los becarios» o «los desempleados», «las personas becarias» y «las personas sin trabajo», respectivamente, entre otros artificios por el estilo.

No hace falta ser lingüista para presentir el absurdo de las prescripciones de estos manuales, no sólo en el plano del sentido, sino hasta de la estética y del espacio. Un ejemplo es la Constitución de Venezuela que sigue estas normas y cuyo artículo 41 dice: «Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento podrán ejercer los cargos de presidente o presidenta de la República, vicepresidente ejecutivo o vicepresidenta ejecutiva, presidente o presidenta y vicepresidente o vicepresidenta de la Asamblea Nacional magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, procurador  o procuradora general…», y así sigue.

El académico Ignacio Bosque analizó para la Real Academia de la Lengua (RAE) nueve de estos «manuales de lenguaje no sexista», elaborados por comunidades autónomas, universidades y sindicatos españoles, y llegó a la conclusión de que si se aplicara al pie de la letra lo que preconizan, «no se podría hablar». Su informe despertó la ira del feminismo.

Las previsibles acusaciones de «machismo» contra los miembros de la RAE no tardaron en llegar. Pero en realidad, según el argumento de los -y las- promotores/as del lenguaje no sexista, todos los que hablamos castellano incurrimos en una suerte de machismo lingüístico, es decir, usamos vocablos discriminadores en razón de sexo, por el sólo hecho de que declinamos el plural en masculino. El respeto a la sintaxis es equivalente a discriminación de la mujer, que, según esta teoría, queda «invisibilizada» en el lenguaje.

La norma castellana que, por tradición, establece que el género masculino predomine sobre el femenino en el plural es, en realidad, una herramienta de dominación de la mujer.

En defensa de Ignacio Bosque, cabe decir que la aplicación estricta de las normas de estos manuales, si no impide hablar, por lo menos llena de artificialidad las frases. Por caso, deberíamos decir «llevé la infancia al parque» o «la niñez juega en el patio de la escuela», para evitar la invisibilidad de las niñas.

El argumento de Bosque, cuyo informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer fue adoptado por la Real Academia, es que estas guías extraen «conclusiones incorrectas de premisas verdaderas», porque si bien es cierto que existe la «discriminación hacia la mujer en la sociedad», ella no radica precisamente en el idioma. Considerar que «el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizan ‘la visibilidad de la mujer'», es un problema para este académico.

Y para cualquiera que desee seguir las normas «no sexistas». Por si lo absurdo de éstas no fuera evidente, baste recordar el comentario irónico del escritor español Javier Marías: en adelante ya no se podrá decir que «el perro es el mejor amigo del hombre» sino que habrá que decir que «el perro y la perra son el mejor amigo y la mejor amiga del hombre y de la mujer».

Es indudable que el idioma refleja a la sociedad de la cual emana. Cuando se fijaron las reglas gramaticales -en un proceso que llevó siglos, a diferencia de la pretensión del feminismo idiomático de forzar cambios en pocos años- la mujer ocupaba una posición subordinada en la sociedad. Por eso no significa que sea así hoy. Ni que, si no lo es, la culpa sea del idioma.

Por otra parte, ni siquiera puede establecerse una correlación clara entre discriminación de la mujer y lenguaje. Pensemos que existen idiomas «no sexistas» que son, sin embargo, acervo de sociedades en las cuales la mujer está mucho más postergada que en las que se expresan en lenguas latinas (si el español  invisibiliza a la mujer, también lo hace el francés, idioma natal del feminismo). Un ejemplo es el chino mandarín en el cual «él» o «ella» se dicen de igual modo, los adjetivos no declinan según género y éste sólo se deduce por el contexto o por partículas adicionales. Un ejemplo de igualdad idiomática que sin embargo no se refleja en la condición femenina.

¿Es necesario entonces rechazar la herencia cultural y liquidar parte importante de nuestra tradición cultural para demostrar que «vemos» a las mujeres? ¿Los derechos de la mujer no deberían ser defendidos en el plano de lo real y no con argumentos que bordean el ridículo?

El español  es una lengua en expansión y por lo tanto evolucionará naturalmente y las normas se irán adaptando; no al revés. En todo caso, si llevamos el argumento feminista al extremo, deberíamos crear un artículo neutro -como el das de los alemanes-, algo así como un «tercer sexo», para evitar que el entusiasmo por el lenguaje inclusivo nos lleve a invisibilizar a los varones.

Entre quienes preconizan el desdoblamiento de géneros y el uso de sustantivos neutros, un argumento es el de que el idioma determina la ideología. Nuria Manzano, secretaria de Igualdad de la UGT (una de las confederaciones sindicales españolas) de Madrid, dijo que «el lenguaje es el elemento que más influye en  la formación del pensamiento en el ser humano, lo que deriva en la construcción de esquemas mentales, estereotipos y conceptos abstractos con los que nos desenvolvemos en la vida diaria». De ahí a concluir, como lo hace esta sindicalista, que «un habla sexista influirá en tener un pensamiento sexista», hay un solo paso.

La influencia de la semiología -y de cierta psicología- en estas perspectivas  es evidente. El lenguaje «construye» la realidad.

Es natural que, en tiempos en que los «relatos» parecen ser más verdad que los hechos, lo formal predomine sobre lo real. Y que quienes dicen actuar en nombre de los derechos de la mujer prefieran defenderlos en el plano de lo abstracto.

Artículo publicado en infobae.com

Informe escrito por Ignacio Bosque y publicado en la RAE
Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer

Otros artículos publicados en Internet sobre el asunto:

¿Es la lengua un órgano sexual? Cuando la Real Academia Española da a conocer algún trabajo normativo, mucha gente que se entera por los medios entiende que han hecho o quieren hacer cambios en la lengua, como si la RAE tuviera esa pretensión y, de tenerla, pudiera hacerlo. Es comprensible. Los periodistas que lo transmiten raramente son personas entendidas en materia lingüística, de modo que la información suele llegar ya deformada. Y necesariamente reducida, sobre todo cuando se trata de obras extensas. A esto se agrega el aporte del público que lo recibe, que pone sus prejuicios y sus falsos conceptos. Seguir leyendo

El «todos y todas» divide a intelectuales n un punto están de acuerdo casi todos y casi todas. Más allá de las formas, la cuestión de género no se sortea por usar el masculino y el femenino cada vez que se habla de la humanidad. Implica concepciones y políticas que exceden lo lingüístico, aunque pueden incluirlo también. Estas son algunas de las conclusiones que surgen del diálogo con escritores, intelectuales, historiadores y periodistas consultados por LA NACION a partir de la advertencia lanzada por la Real Academia Española (RAE) sobre la utilización de un latiguillo latinoamericano que lleva a hablar en femenino y masculino en lugar de utilizar un sustantivo colectivo que los designe. Seguir leyendo

¿El español está estigmatizado y contaminado en Estados Unidos?

El siguiente artículo escrito por Luis Alfredo Pérez y publicado en Vanguardia de México es una respuesta a la entrevista realizada a Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes.

Este fin de semana el periódico español El País publicó una entrevista con Víctor García de la Concha, nuevo Director del Instituto Cervantes. En ella, afirma que el principal problema del español en Estados Unidos es que está “contaminado, estigmatizado por considerársele vinculado a una lengua de inmigrantes que plantean problemas.”

Y tal fue la desafortunada frase que el periódico parafraseó como titular.

Dudo que don Víctor tuviera intención de denigrar a los inmigrantes; hace 10 años hice un curso de doctorado con él, y es una persona amable y correcta, apasionada de la lengua y la literatura.

No por ello, sin embargo, su afirmación deja de ser desagradable y elitista.

“¡Nooo!”, me lo imaginé diciéndole a los estadounidenses. “El español no es la lengua de los espaldas mojadas, sino de Cervantes, de García Lorca, de Aleixandre, y de Neruda.” (La preponderancia de españoles no es mía, sería de él).

“¿Y esos quiénes son?”, le responderían los estadounidenses en los que está pensando.

Son los mismos que otros días creen también que es el idioma que se habla en España, un país donde la gente es tan floja que toma una siesta a diario, o tan cobarde que abandona Afganistán y deja en la estacada al US Army. O de un país retrasado y pobre, lleno de toreros, como puede leerse en los libros de Hemingway.

Más allá de su falta de tacto, don Víctor comete dos errores. El primero es pensar que la lengua le pertenece a los escritores, a los poetas y a los académicos. Durante aquel curso hubo una mañana en que nos pidió consejo: la Real Academia de la Lengua, de la que por entonces era Director, debatía la palabra “chatear”. ¿Era necesaria, o había un equivalente en español? Fue un momento confuso. Algunos alumnos se sintieron halagados, otros juzgaron el gesto en términos de condescendencia, y algunos más se quedaron perplejos: para entonces el término estaba tan asentado, que cualquier otro que intentara colocarse en su lugar estaba tan destinado al fracaso como “digitalizar” frente a “escanear”, y “soporte lógico” frente a “software”.

El segundo error es una falta de sensibilización a la realidad estadounidense; al final, lo que don Víctor demostró es que es él quien juzga a la sociedad estadounidense como ignorante y racista.

Es verdad que muchos estadounidenses ven el español como un idioma indeseable. Tanto como que en España hay gente que ve el inglés como una lengua de turistas tontos y borrachos que creen que fuera de su país todo es México. Pero ninguna de estas dos realidades es única, sino tan sólo una más.

En Estados Unidos hay ahora mismo millones de estudiantes aprendiendo español en cientos de institutos, y miles estudiando su literatura en las universidades.

Parece que ellos saben mejor que el nuevo director del Instituto Cervantes que las lenguas son una herramienta de las personas, no de las élites. Que no tienen sentido si no sirven para comunicarse, por más poemas que se escriban con ellas. Que para bien y para mal reflejan la problemática de las sociedades en las cuales se usan, en eso consiste su riqueza. Y que cuando dejan de hacerlo, por muchas discusiones de salón que puedan existir en torno a ellas, están muertas.

Trechos de la entrevista a García de la Concha

No se había contemplado hasta ahora el mundo hispánico dentro del Cervantes como una sinergia, más bien se le ha visto como una competencia. La palabra competencia en ese sentido es absurda.

Pero así se había visto. Bueno, no creo que se haya concebido así del todo. Veamos un frente común: Estados Unidos. Nosotros tenemos allí tres centros y medio. México tiene varios. Lo que debemos hacer es establecer una alianza con ellos por una razón muy sencilla. El español allí tiene un problema común. Está contaminado, estigmatizado por considerársele vinculado a una lengua de inmigrantes que plantean problemas. Debemos emprender una labor de cambio de mentalidad en ese sentido.

Para empezar, en el reparto eurocéntrico a lo largo de sus 20 años, ¿no hubiese sido mejor centrarse en lugares donde existía una demanda real acelerada, como Estados Unidos? ¿No es tarde? Europa y el norte de África ya están básicamente atendidos. Porque se ha hecho eso podemos pensar en otros frentes. Me decían que si se abrieran 50 centros en Estados Unidos, se llenarían. Ahora no hay capacidad económica, en la época de Moratinos se habló de 10. ¿Por qué no nos unimos con México? Es lo que yo propongo. Hay disposición de ellos para colaborar. En el Gobierno y la Academia Mexicana. Me han trasladado su intención de hacerlo, de empezar a hablar de eso. Consuelo Saizar, ministra de Cultura, y Jaime Labastida, director de la Academia, llamaron el día que se conoció mi nombramiento. Urge porque el problema de esa estigmatización en la sociedad de Estados Unidos hay que abordarlo juntos, no podemos hacerlo solos.

La acción cultural, en ese sentido, ayuda a limpiar. Sí, y más si se realiza de la mano. Llevamos 20 años, no es cuestión de flagelarse, pero es necesario buscar esas nuevas alianzas, sobre todo ahora que ellos tienen economías emergentes.

Entrevista completa

El alto costo de una mala traducción

Pague ahora o pague después. En el mundo de la traducción, este dicho ciertamente es válido. Algunos clientes, más preocupados por los resultados finales que por la calidad, buscan la traducción más barata posible sin considerar las posibles secuelas de una traducción realizada por un precio mínimo.  Un texto mal traducido podría empañar la imagen corporativa que tanto le ha costado ganar a una empresa o afectar negativamente las ventas, pero, en el peor de los casos, una mala traducción podría provocar lesiones e incluso la muerte.

Los compradores de traducciones atraídos por las traducciones de bajo presupuesto no siempre se dan cuenta de que probablemente estén sacrificando la calidad por el precio. Las traducciones baratas a menudo son realizadas por traductores inexpertos o no calificados o por aquellos que esperan cosechar más clientes traduciendo a otros idiomas además de su lengua madre. Algunas empresas evitan los traductores humanos y optan por traducir su texto directamente en las herramientas de traducción automáticas disponibles en línea, como Google Translate. Los resultados de las traducciones realizadas por traductores novatos, traductores no nativos y herramientas de traducción automática pueden ser desastrosos en ciertas situaciones.

En los siguientes tipos de traducciones, se requiere el máximo cuidado y nunca se deben dejar en las manos de un traductor de medio pelo ni de una herramienta de traducción automática, ya que al hacerlo nos arriesgamos a que suceda una catástrofe:

  • En los textos de ventas y marketing, que requieren comprensión lingüística y cultural.
  • En las traducciones de patentes y de otros materiales técnicos, la precisión es de suma importancia.
  • En los textos médicos y farmacéuticos, particularmente cuando esa información puede significar un asunto de vida o muerte.
  • En los textos legales como contratos, órdenes judiciales y testamentos, en los que cualquier error en el texto puede tener profundas implicaciones legales.
  • En cualquier texto que represente la imagen pública de su empresa u organización, incluidos sitios web, folletos, manuales, etc.

Las empresas trabajan incansablemente para desarrollar una imagen en particular, pero los resultados de ese trabajo arduo pueden evaporarse rápidamente con solo una metida de pata. Los sitios web que comercializan productos y servicios no pueden darse el lujo de tener un enfoque laxo en cuanto a los errores lingüísticos. Según un artículo publicado en BBC News, el emprendedor de internet británico, Charles Duncombe, descubrió que “un análisis de las cifras de los sitios web indica que un solo error de ortografía puede reducir las ventas a la mitad”. Es necesario detenerse a pensar en el posible impacto del lenguaje sin errores pero mal expresado o en el texto que fluye y funciona bien en un país y en una cultura, como España, pero no en otros, como México o Argentina.

Los traductores sin experiencia y las herramientas de traducción automática también carecen de la habilidad para perfeccionar el texto según los matices culturales. El éxito o el fracaso de un aviso impreso o de una campaña de marketing online dependen de la capacidad del texto para conectarse con el público destinatario, y los aspectos culturalmente inapropiados de una traducción saltarán a la vista de los hablantes nativos. Independientemente de los avances tecnológicos realizados, la traducción automática nunca aprenderá a actualizarse con respecto a las connotaciones culturales ni las sutilezas en juego en un idioma. Las bromas, las frases hechas y el juego de palabras se pierden mayormente en herramientas como Google Translate, que no logran captar el “sabor” del texto.

Vale la pena mencionar que las traducciones malas pueden tener más efectos además de afectar simplemente los resultados finales de la empresa. Un testimonio traducido en forma inexacta en un caso judicial podría dar lugar a una condena injusta; un error de traducción en una etiqueta de un medicamento recetado podría tener consecuencias mortales para un paciente; y unas instrucciones mal traducidas del manual de una máquina podrían implicar lesiones o la muerte para un empleado de una fábrica.

Las empresas y las organizaciones que prioritizan la inversión en una traducción de gran calidad para sus documentos, sitio web, etc. proyectan una imagen de profesionalismo e integridad y garantizan la salud y la seguridad de aquellos que dependen de los productos o de los servicios de la empresa.

 

Estudio revela las ventajas de ser bilingüe

Washington, 8 feb (EFE).- Los niños que crecen aprendiendo dos idiomas a la vez aprenden más despacio cada lengua pero adquieren un mejor desarrollo metalingüístico, que les da un mejor entendimiento del lenguaje, una cualidad fundamental para la alfabetización.

Según un estudio publicado hoy en la revista Child Development, los niños bilingües muestran diferencias en la forma en que desarrollan el lenguaje y las habilidades cognitivas a través de los primeros años escolares.

Los expertos han observado que los niños que crecen hablando dos idiomas tienen más lenta la adquisición del lenguaje en cada lengua que los niños criados para hablar en un solo idioma.

Sin embargo, tienen un mejor desarrollo metalingüístico que les da una comprensión más profunda de la estructura del lenguaje, una habilidad que es importante para el aprendizaje.

Las pruebas han demostrado que estos niños tienen más capacidad de concentración (control ejecutivo), para fijar la atención cuando se requiere sin distraerse.

El estudio, realizado por profesores del departamento de psicología de la Universidad de York, analizó diferentes aspectos para determinar qué efectos puede tener crecer hablando dos idiomas.

Los investigadores compararon más de cien niños monolingües y bilingües de seis años de edad (monolingües en inglés, bilingües chino-inglés, bilingües francés-inglés y bilingües español-inglés) con tres tareas que medían el desarrollo verbal y no verbal, y una tarea que midió el control ejecutivo.

Los expertos destacan la diversidad de los grupos de niños bilingües, ya que el grado de similitud entre los idiomas hablados era muy diferente de unos a otros, así como sus antecedentes culturales, la historia migratoria de su familia y el lenguaje en el que aprenden en la escuela.

También señalan que pese a esta diversidad, todos los grupos bilingües realizaron las pruebas de control ejecutivo de manera similar y superaron a los monolingües.

Además, detectaron que el mejor rendimiento en las tareas de lenguaje fue alcanzado por los niños bilingües cuya lengua de enseñanza era el mismo que el idioma en el que le hicieron la prueba y cuyas dos lenguas eran más parecidas.

 

 

Internet saca lo mejor del idioma

  • Los malos textos se ven más porque aflora escritura que antes permanecía en privado
  • La ortografía es una carta de presentación

En los foros de discusión de Internet hay un dicho: “Si te quedas sin argumentos, métete con su ortografía”. Aunque es en realidad una burla hacia quienes no son capaces de razonar contra el fondo de una polémica y solo pueden arremeter contra la forma, en esta frase también subyace otra realidad: las redes sociales han convertido a la expresión escrita en la primera carta de presentación de una persona; la buena ortografía, al pasar del ámbito privado al público, es un rasgo de prestigio social y de credibilidad.

El empresario de Internet Charles Ducombe hizo un análisis de una web en el que descubrió que con una mala ortografía las ventas podían caer hasta un 50%. “Es porque, cuando se vende o se comunica en Internet, el 99% del tiempo se usa la palabra escrita”, según declaró a la BBC. Uno de los factores que evalúa a la hora de contratar personal para sus páginas web es la buena ortografía, que redundará en la credibilidad del sitio.

Y como las empresas, las personas a través de Facebook, Twitter o los foros también tienen en la escritura a una importante y cada vez más potente fuente de comunicación que hace que la buena ortografía sea crucial para ganar respeto en una comunidad virtual.

Según un estudio, las faltas pueden hacer perder a una web el 50% de las ventas
“En este proceso en el que la escritura se convierte en pública, adquiere un valor diferenciador. Si leemos una opinión bien escrita, otra mal escrita y en ningún caso conocemos al autor, lo normal es hacerle más caso a la primera. Mucha gente es consciente de esto y hace el esfuerzo en mejorar”, explica Álvaro Peláez, de la Fundación del Español Urgente (Fundéu). Entre otras labores en esta institución, se encarga de llevar la cuenta de Twitter, que puso en marcha hace poco más de un año. Hoy tiene más de 75.000 seguidores y una frenética actividad en la que contesta hasta medio centenar de dudas diarias sobre el lenguaje.

Muchos de los que se acercan a ellos son profesionales que usan el castellano en su trabajo, como periodistas, editores o traductores. Pero otros son personas que simplemente quieren resolver sus inquietudes y escribir mejor. “Es frecuente, cuando le resolvemos la duda a algún usuario, que nos cuenten que han perdido una cena por una apuesta que tenían con un amigo, o que la han ganado”, cuenta Álvaro Peláez.

Sería ingenuo pensar que Internet es una isla de buena escritura. No hace falta más que navegar durante unos minutos para encontrar verdaderas agresiones al idioma. En la Red se acuñó hace años el apelativo hoygan para denominar a aquellos que irrumpían en foros con una ortografía lamentable al tiempo que una considerable escasez de modales. El palabro viene de la frecuencia en la que se leían frases como: “Hoygan [en lugar de oigan], necesito alluda urjente con un problema en mi ordenador”.

Noticia completa en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/01/vidayartes/1325445994_575981.html

Desde hace tres siglos no hay doble s en el idioma español

El primer trabajo que hizo la Real Academia Española, fundada en 1713, fue unificar.

Las formas de una palabra variaban según las convicciones o el capricho del escritor. Para referirse a la ‘vigilancia cautelosa’ algún poeta había escrito «acecho»; algún novelista, «asecho»; alguna reformadora religiosa, «azecho»; algún editor rebuscado, «açecho» y algún trovador enamorado, «assecho».
Los académicos dejaron solo la forma con c, «acecho», para ‘vigilancia cautelosa’; reservaron «asecho», con s, para ‘asechanza’ o ‘engaño’ y descartaron las demás. Lo mismo hicieron con cada una de las palabras usadas en la escritura culta. Resultado: el Diccionario de autoridades, primero de la serie que en 2013 llegará a la vigésima tercera edición.

Al terminar ese trabajo monumental, la Academia concluyó que el alfabeto podía prescindir de dos letras usadas hasta entonces, la doble s (ss), de «passiente» y «assecho», y la c con cedilla (ç) de «braço» y «coraçón» (hoy «brazo» y «corazón»). Desde entonces, señoras y señores, no hay doble s en español.

La única doble s que habría que utilizar hoy es la de «grosso modo», que significa ‘a grandes rasgos’ o ‘en términos generales’, y que se escribe así justamente porque no es locución española sino latina.

La palabra francesa e inglesa «express», que hoy se ve salpicada en cuanta esquina es posible montar un minimercado, tiene en nuestro idioma la forma «exprés», con una sola s y con tilde, lo primero porque desde el siglo XVIII no hay doble s en español, y lo segundo, porque «exprés» es palabra aguda terminada en s.

Es bueno tenerlo en cuenta en esta época vertiginosa, en que se da tanto matrimonio exprés, secuestro exprés, éxito exprés, lavado exprés, alineación exprés y divorcio exprés.

Ltda.

La abreviatura en español para sociedades comerciales de responsabilidad limitada es «Ltda.» y no «Ltd.».

7.000.000.000

Este año la población mundial alcanzó los 7.000.000.000 de habitantes, cifra que en los Estados Unidos es «seven billion», pero en los demás países es «siete millardos» o «siete mil millones». Si para referirse a esa cantidad se dice «siete billones» se le están agregando tres ceros, 7.000.000.000.000.

Sendos

«Sendos» no significa ‘muchos’, ni ‘fuertes’, ni ‘severos’, sino ‘uno para cada uno’, «asistieron diez personas, y se les entregaron sendos kits ejecutivos».

FERNANDO ÁVILA
Delegado para Colombia de la Fundéu BBVA

 

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/desde-hace-tres-siglos-no-hay-doble-s-en-el-idioma-espanol_10921830-4

Publicación de Fonética y fonología, tercer volumen de la Nueva gramática de la lengua española

El director de la Real Academia Española, don José Manuel Blecua, ha presentado a los medios de comunicación Fonética y fonología, tercer y último volumen de la Nueva gramática de la lengua española. La obra, de 532 páginas, incluye el DVD «Las voces del español. Tiempo y espacio» y está desde hoy a la venta en las librerías españolas. En enero llegará a los distintos países de América.

Fonética y fonología, trabajo coordinado por el profesor Blecua, es una obra panhispánica aprobada en la reunión plenaria de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) celebrada recientemente en Panamá, con motivo del XIV Congreso de la Asociación.

En opinión de José Manuel Blecua, con la aparición de Fonética y fonología concluye «una aventura científica de dimensiones diferentes a cuanto se había hecho hasta ahora». El libro será presentado en un acto solemne que se celebrará en la Academia el próximo 20 de diciembre.

Sobre Fonética y fonología

se basa en el estudio científico de los aspectos generales de ambas disciplinas en todas las dimensiones de la investigación actual del español. En el ámbito fonético, la obra cubre los campos articulatorios y acústicos, que se analizan gracias a la ayuda de las tecnologías informáticas, mientras que la descripción fonológica elige una de las teorías más fecundas en los trabajos actuales.

La exposición rigurosa de las dos líneas de trabajo citadas, fonética y fonología, ha sido encomendada a investigadores de reconocido prestigio de diferentes departamentos universitarios en el ámbito internacional, que se han encargado de redactar los borradores de los capítulos.

El resultado de estos planteamientos generales se muestra enriquecido por la extraordinaria cantidad de datos de todas las hablas hispánicas. Para la obtención de estos datos, se ha procedido a una selección rigurosa de informantes, titulados universitarios procedentes de las capitales de todos los países del mundo hispánico. Las grabaciones se han realizado en una cámara anecoica y con las condiciones más rigurosas de calidad.

Los aspectos señalados —planteamientos teóricos generales, aplicaciones informáticas actuales y análisis descriptivo de la variación en la lengua española— se unen para dar como resultado una obra inédita en la tradición hispánica, que se complementa con un DVD de extraordinaria riqueza de contenidos.

El DVD Las voces del español. Tiempo y espacio se compone de cinco ramas:

  • El español hoy, que presenta la situación actual de la lengua española;
  • El español ayer, que explica la evolución del español a través de espacio y tiempo;
  • Lecciones de fonética, un curso de fonética acústica y articulatoria;
  • Los sonidos del español, donde se exponen los principales procesos de variación que afectan a los segmentos de la lengua española;
  • Las voces del español, que contiene muestras de las entonaciones de todo el ámbito hispánico.

El DVD complementa el texto escrito con un mayor número de gráficos y con otro tipo de apoyos. La interrelación entre el libro y el DVD compañero permite ilustrar muchos aspectos que interesan al público culto y ponen en un contexto cultural y diacrónico los contenidos de una fonética y fonología especializadas, que logran explicar la historia de los antiguos sonidos del español hasta su situación actual.

Frente a la concepción autónoma de los estudios de fonética, el disco pone de relieve el carácter complejo de esta rama lingüística, independiente en los análisis descriptivos pero unida a una historia de la lengua extraordinariamente sugestiva.

Además, el DVD contiene una vertiente eminentemente didáctica, que se concreta en el curso de fonética acústica, que va a permitir el autoaprendizaje. Por otra parte, el disco aprovecha las posibilidades de este tipo de soporte para contener imágenes y grabaciones reales, lo que enriquece el estudio teórico con ejemplos sonoros y visuales que apoyan los temas tratados. El DVD permite escuchar las voces y los sonidos del español en su verdadera diversidad en boca de hablantes de todas las zonas de la lengua.

Fuente: Real Academia Española

La Academia Norteamericana de la Lengua recopila “estadounidismos”

El idioma español en Estados Unidos tiene un lugar asegurado y difícilmente algún presidente de esta nación negará su relevancia, sin importar su partido o ideología, explica a Crónica Leticia Molinero, argentina recién nombrada académica de número de la Academia Norteamericana de la Lengua (ANLE).

Además, aseguró que en este país no existe una lengua oficial. “En la Constitución de Estados Unidos no dice que el inglés sea la lengua oficial de este país, y no lo dice porque intencionalmente los fundadores de esta nación no quisieron comprometerse con eso”, apuntó.

En entrevista vía telefónica desde Nueva York, aseguró que por ahora la ANLE, la más joven de las 22 academias de la lengua española en todo el mundo, trabaja en la recopilación de sus “estadounidismos”, es decir, aquellas palabras en español que nacieron en suelo americano, para integrar posteriormente un diccionario y darlo a conocer a los demás países hispanos.

Asimismo expresó que la ANLE reforzará la normalización del “español de Estados Unidos”, porque el idioma necesita unidad con los vocablos particulares de este país. Y buscará una mejor comunicación entre el inglés y el español, para que las traducciones se apeguen a su contexto y no al español general o neutro.

También reconoció que el famoso espanglish no ha ayudado al conocimiento del español de este país. “Espanglish es una manera de hablar que se puede usar en la calle, pero no es lo que puede definir al español de este país”, dijo.

Al respecto, dijo, los lingüistas han identificado siete modalidades del español en distintas partes del país y seguramente en muchas de ellas existe esta variación. Y aunque durante algún tiempo hubo quienes pensaron que el espanglish sustituiría al español, “esta modalidad no ha contado con el apoyo de los sociolingüistas”.

Por su parte, la enciclopedia del español en EU, reconoce que “el vocablo espanglish se encuentra entre los términos más desafortunados y que más contribuyen a que se desconozca, en amplias franjas del mundo hispanohablante, la situación real del español en los EU”.

CARGA NEGATIVA. “Con el problema de los indocumentados parecería que mucha gente está en contra del español, pero no es exactamente así. No es política oficial”, señala. Un ejemplo es una ley de la defensa de las minorías, que data de 1964, donde quedó plasmada la importancia del idioma y de presentar información oficial en los idiomas de las minorías, como el español. “El español es el idioma al que más traduce el gobierno federal, eso es una realidad muy importante”, apunta.

Además, en el año 2000, el gobierno de Bill Clinton, promulgó una orden ejecutiva en la cual se obligaba a las empresas privadas a publicar en español los programas de gobierno. “Este decreto lo reanudaron George W. Bush y Barack Obama y no creo que ningún presidente se anime nunca a derogarla. Y esto refleja el sentir prevaleciente”.

Así que considera un buen síntoma que se respeten estas ideas, pese al cambio de partidos e ideologías en el poder, lo que indica que hay una cierta protección del hispanohablante en EU, sin dejar de lado que siempre existen grupos ideológicos extremos. “Lo cierto es que cualquiera que sea bilingüe tiene mayores probabilidades de éxito que una persona monolingüe, al menos en el campo profesional”.

Finalmente, destacó que otro aspecto que se está desarrollando en EU, en torno al español, es la omisión de palabras con una carga social negativa, tal como lo señaló en su discurso de ingreso, titulado El español de Estados Unidos, un nuevo punto de partida, donde asevera que existen palabras que pueden llegar a ser ofensivas y formalmente serán reemplazadas.

Un ejemplo es el adjetivo “gordo”, que será sustituido por formas descriptivas neutras como persona con “sobrepeso” u “obesa”.

Artículo publicado en La Crónica de Hoy

Cómo se establecen las tarifas de traducción

Si bien algunos traductores o agencias de traducción pueden cobrar por línea, por página de texto estándar o incluso por hora, el método más común para determinar las tarifas de traducción es calcularlas por palabra.

Los traductores trabajan desde el texto original o fuente para crear la traducción, también llamada texto meta. Los traductores usan la función de contar palabras de su procesador de texto o de su herramienta de traducción para determinar la cantidad de palabras que tiene el texto origen. Luego generalmente cobran por cantidad de centavos por cada palabra origen, teniendo en cuenta el tema y la complejidad técnica del texto. Cuando no es posible determinar el recuento de palabras con un software (por ejemplo, en el caso de algunos archivos en PDF o documentos impresos como facsímiles), los traductores o las agencias por lo general usan el número de palabras del texto meta, o cobran por página.

Cobrar por palabra origen en lugar de hacerlo por palabra meta tiene la ventaja de que el traductor puede proporcionar una estimación de precio firme al cliente antes de comenzar la traducción. Además, en el caso de los traductores del inglés al español, el cálculo de las tarifas basado en las palabras origen tendrá un costo menor para el cliente ya que, debido a la expansión del texto, el texto meta en español tendrá más palabras que el texto origen en inglés.

Si el cliente solicita un formato especial y/o servicios de maquetación, estos costos por lo general se calculan en forma separada de la traducción en sí.

Algunos preguntan si los traductores cobran por palabras aparentemente insignificantes como “el/la” y “un/una”. Sí, esas palabras también se cuentan. Es importante reconocer que los traductores traducen significado, no palabras individuales. Incluso las palabras pequeñas como estas necesitan mucha deliberación, ya que se deben considerar dentro del contexto general de la frase.

En el caso de documentos técnicos o de otros textos aptos para la traducción con herramientas de memorias de traducción, la agencia o el traductor que utilice este software podrá ofrecer un descuento por segmentos repetidos del texto dentro de un documento.

Origen de la palabra «pibe»

El español de argentina está repleto de palabras y frases pintorescas del lunfardo, un vocabulario coloquial surgido en las calles de Buenos Aires, por el gran proceso migratorio, en la segunda mitad del siglo XIX. Incorporado actualmente al lenguaje habitual de Argentina (especialmente en Buenos Aires y sus alrededores) y Uruguay, los lingüistas consideran al lunfardo una característica distinguida del dialecto rioplatense.  Agrega un sabor argentino a tu vocabulario en español con la sección de Transpanish que destaca algunos de los términos más usados en el lunfardo.

Significado de pibe

En Lunfardo, la palabra pibe significa “niño”, “joven”. Aunque esta palabra pertenece, indiscutiblemente, al dialecto rioplatense, los expertos discrepan de su origen.

Algunos estudiosos sostienen que pibe proviene de la palabra del dialecto genovés italiano pive que significa “aprendiz” o “muchacho de los mandados”. Otro origen posible, es la palabra italiana pivello o pivèll (en lombardo) que significan “aprendiz”, “jovenzuelo”, “novato”.

Una teoría alternativa señala que pibe vendría de pebete, palabra que se origina del catalán pevet y que significa “incienso”.  Se cree que pebete hace referencia en forma irónica a un muchacho ya que los adolescentes activos pueden ser propensos a malos olores, lo opuesto al aroma agradable de un incienso.

Palabras relacionadas en Lunfardo: piba (niña, adolescente).

La palabra pibe aparece en la letra del tango de 1945 llamado “El sueño del pibe”, compuesto por Juan Puey y Reinaldo Yiso.

El sueño del pibe

Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.

“Mamita, mamita”, se acercó gritando;
la madre extrañada dejó el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
“El club me ha mandado hoy la citación”.

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Yeta GuitaFiaca