Existen ventajas y desventajas de trabajar como traductor freelance, una de ellas (que puede ser ventaja o desventaja) es organizar la forma en que usamos nuestro tiempo.
Las distracciones en nuestro entorno de trabajo pueden incluir desde la televisión hasta un simple paquete de galletas. Nuestro equipo -la misma herramienta que utilizamos para trabajar- muy a menudo es la fuente de la mayor cantidad de distracciones: las redes sociales, nuestras páginas favoritas, las últimas noticias… cualquiera de nuestros intereses encontrará una forma de escabullirse para distraernos.Para aquellos que están acostumbrados a trabajar en un ambiente corporativo, con horas de trabajo fijas, un código de vestimenta y evaluaciones periódicas de desempeño, la libertad de elegir sus propias horas de trabajo, usar pijamas y no tener que rendir cuentas a nadie puede sonar como un sueño hecho realidad. Sin embargo, el hecho es que sin estos incentivos los trabajadores independientes se encuentran a veces sin timón en una tormenta, con concesiones que se convierten en hábitos que no sólo son perjudiciales para su productividad, sino que también se vuelven cada vez más difíciles de cambiar. Esto no sólo puede influir negativamente en el rendimiento, también puede tener el mismo efecto perjudicial en la calidad de nuestras traducciones… y ese es el camino a la perdición profesional. Al retrasar el comienzo de un proyecto de traducción que tenemos en nuestra agenda, estamos reduciendo el tiempo que tenemos para afrontar y resolver los desafíos inesperados que afectan al proyecto (como la traducción de un término particularmente difícil o un fallo inesperado de la computadora), y también perdiendo tiempo que podría ser utilizado para otro proyecto, o incluso para promocionar nuestros servicios y ganar más y mejores clientes. Si no programamos nuestro tiempo de trabajo tampoco programamos nuestro tiempo de ocio.
Entonces ¿cómo podemos motivarnos para ser productivos y garantizarnos tiempo para actividades personales?
1. A quien madruga, Dios le ayuda. Sí, se puede trabajar en la tarde o en la noche, millones lo hacen en todo el mundo, pero necesitas empezar con tu trabajo, no posponerlo (recuerda que estamos hablando de motivación), así que no hagas caso a esa voz en tu cabeza que te dice “solo media hora más y me levanto”. Aprovecha ese tiempo para disfrutar de un desayuno sin prisas (así el hambre no te distraerá más tarde) y planificar tu día (una minuciosa planificación significa menos oportunidades de perder el foco). Si logras despertarte media hora más temprano todos los días del año, obtendrás una semana de tiempo. Imagínate lo que puedes hacer con esa semana (y el dinero que ganarás)… así que ¡levántate y empieza tu día temprano!
2. Vestimenta. Esto significa cambiar tu pijama por algo que vestirías para salir de tu casa (¡y esperamos que no sea tu pijama!). Se cree que lo que vestimos afecta nuestra manera de actuar, una «ropa de trabajo profesional» no es necesaria pero sí una vestimenta que te haga sentir como un profesional que está enfocado en el trabajo.
3. Hablando de dormir … si un pijama baja tu motivación, trabajar en la cama la matará por completo. Inclusive trabajar en la misma habitación que se usa para dormir puede afectarla, por lo tanto, si tienes espacio, encuentra otro lugar para trabajar. Si no lo tienes, trata de encontrar alguna manera de mantener la cama fuera de la vista mientras estás sentado en tu escritorio, como orientar el escritorio en otra dirección, o colocar una división entre escritorio y cama.
4. Haz una programación de tu día y cúmplela. Esto significa que debes establecer tus horarios de oficina, y esas son las horas en que trabajarás. Organiza el trabajo que harás durante el día, ya sea un proyecto de traducción, la actualización de un glosario, la facturación o la promoción de tu servicio.
5. Prémiate. Encuentra una recompensa que te motive: ver tu serie favorita, ir al gimnasio, tomar el té con amigas. Escríbelo en tu agenda en un horario determinado y luego trabaja con la meta de terminar tu trabajo para que puedas parar y disfrutar de tu “premio” sin culpas ni presiones.
6. Restringe el tiempo para redes sociales, tanto profesionales como personales. Si tienes que terminar una traducción, programa unos pocos minutos para tus cuentas profesionales de redes sociales. Puedes dedicarte a ellas cuando no tengas un proyecto que finalizar. Debes ver tus cuentas personales (y servicios de mensajes como WhatsApp) en tu tiempo personal.
7. Da un paseo. Este es el consejo que en realidad te lleva lejos de tu escritorio. Además de reducir el estrés, hay estudios que demuestran que un paseo fuera del entorno laboral puede impulsar la creatividad y la concentración, dos factores importantes en la realización de una traducción. Así que sal por una bocanada de aire fresco y vuelve renovado a tu trabajo.
8. Por último, haz conexiones. ¡No estás solo! Carecer de motivación es algo que muchos traductores independientes han experimentado en un momento u otro de su carrera. Hay incluso aplicaciones que te ayudarán a evitar distracciones, eliminar la indecisión, aumentar la productividad y reducir la posibilidad de fatiga: Tomighty, YAPA y ActionAlly son sólo algunas.
¿Tienes algún consejo o truco que dispara tu motivación?
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