Cuando se encara un proyecto de traducción grande, o incluso pequeño, existen tres factores que se deben considerar al elegir una agencia de traducción: calidad, rapidez y precio.
En un mundo ideal, su objetivo sería naturalmente alcanzar los tres objetivos y tener como resultado una traducción de excelente calidad, entregada rápidamente y al menor costo posible. Lamentablemente, en el mundo real, lograr estos tres objetivos conjuntamente puede plantear retos importantes. Veamos por qué.
Un error en este paradigma es la suposición de que estos factores tienen la misma importancia, pero esto es una falacia. En el mundo de los negocios, la mala calidad nunca es una opción para una empresa que desea mantener a sus clientes y hacer crecer su negocio. Los materiales por escrito de una compañía, en especial su sitio web, son su carta de presentación. Un estudio de 2011 realizado por Charles Duncombe, que maneja las tiendas en línea de diversas industrias, descubrió que los errores de ortografía y gramática arruinan la credibilidad de una empresa y la confianza del consumidor, generalmente en los primeros 10 segundo que se visita una página web. Se estima que el costo total de negocios perdidos debido a este tipo de errores ronda los cientos de millones de dólares.
Por lo tanto, si estamos de acuerdo con que la calidad debe ser la máxima prioridad, ¿qué peso deben tener la rapidez y el costo?
En realidad, estos dos factores también afectan al resultado final, ya que una traducción de alta calidad implica encontrar el traductor adecuado que esté disponible y sea capaz de entregar la traducción a tiempo. La urgencia puede afectar negativamente a una traducción, ya que trabajar contra reloj limita la capacidad del traductor para llevar a cabo una investigación efectiva de la terminología adecuada y para pulir la traducción a la perfección. El precio, puede tener un efecto importante en la calidad de la traducción, los buenos traductores raramente son baratos; son profesionales altamente calificados cuyas habilidades están en constante demanda y no tienen la necesidad de trabajar por una tarifa baja.
La conclusión es que si lo que busca es una traducción de calidad, necesitará un buen traductor a quien se le ha brindado el tiempo suficiente para entregar la traducción que necesita para el éxito de su negocio. Otras opciones pueden costarle mucho más que el dinero que se ahorra cuando prioriza costo en lugar de excelencia. Los errores de traducción pueden ser extremadamente caros, tanto en términos de finanzas como de reputación.
Los tiempos han cambiado y el mundo se ha globalizado pero el viejo refrán «lo barato sale caro» nunca ha sido más acertado e importante para el éxito de su negocio.