Un traductor profesional es mucho más que alguien que habla un par de idiomas; un traductor profesional no solo tiene habilidades a nivel de un nativo en dos idiomas o más, también considera la terminología, el registro del mensaje a ser interpretado y el público a quien va dirigida la traducción.
Los errores en el registro lingüístico, la terminología y la cultura pueden producir no solo un mensaje confuso e inexacto sino también problemas legales y daños en la imagen de una compañía. Un contrato o documento legal mal traducido puede conducir a decisiones comerciales incorrectas con enormes efectos colaterales. Los errores en las traducciones multiculturales confunden e, incluso, ofenden al público meta, especialmente en nuevos mercados, provocando consecuencias financieras negativas y un daño en la reputación de la compañía.
Si bien algunos de los errores que mostramos a continuación son graciosos, no debemos olvidar que hay errores en traducciones médicas que han causado lesiones e inclusive la muerte de pacientes.