Se piensa que los traductores pueden corregir sus propios textos debido a sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, esto no suele ser tan sencillo ya que todos nos tornamos «ciegos» a nuestros propios errores. Sin importa cuántas veces leamos un texto, muchos errores pueden pasar desapercibidos.
Cuál es la mejor manera de corregir nuestros textos
Ya sea que tú u otra persona haga la revisión final, siempre debes asegurarte de que tu traducción esté libre de errores. A continuación, te daremos algunos consejos que te ayudarán a corregir tu propio trabajo.
Toma un descanso
La primera regla para corregir tu propia traducción es tomar un descanso antes de hacerlo. Revisar una traducción apenas la hayas terminado aumentará el riesgo de pasar por alto errores. Debes dejar el texto por un tiempo y retomarlo con la mente fresca.
Formato diferente
Leer la traducción en un formato diferente te ayudará a detectar errores que no ves en la pantalla. Imprimir una copia y corregir con un bolígrafo puede ser una opción, pero cambiar el tamaño, color o fuente de un documento también puede ayudar.
No te fíes de los correctores de ortografía
Los correctores de ortografía detectan los errores de ortografía, pero no destacarán las palabras que hayas utilizado erróneamente por accidente. Por ejemplo, “para” puede convertirse fácilmente en “par” o al tipear rápido puedes escribir “habla” en vez de “hablar”.
Buscar y reemplazar
La función para buscar y reemplazar puede ser una herramienta efectiva para encontrar una variedad de errores. Los traductores suelen cometer los mismos errores repetidamente, o al finalizar una traducción pueden darse cuenta de que eligieron un término incorrecto. Utilizar “buscar y reemplazar” es una buena manera de encontrar tus errores típicos y también chequear si hay dobles espacios o cambiar rápidamente términos.
Lector de pantalla
Utilizar un lector de pantalla que lea en voz alta tu texto es una excelente opción. Los errores que has pasado por alto pueden tornarse evidentes cuando los escuchas con una de estas herramientas.
Señala las palabras
Si decides imprimir tu trabajo y corregirlo en una hoja, simplemente señala las palabras con una lapicera y tendrás una mayor concentración para identificar errores.
Asóciate con otro traductor
Asociarte con un colega para que corrija tus documentos es una manera económica de tener otro par de ojos para lograr una traducción de alta calidad. Pueden llegar a un acuerdo que los beneficie a ambos turnándose para revisar sus documentos.
Resalta los errores en el texto de origen
Como traductor, podrás identificar errores en el texto de origen fácilmente. Saca provecho de tu conocimiento e infórmale a tu cliente los errores que encuentres. Con este detalle, tu cliente puede inclusive ser más comprensivo si, a pesar de tus esfuerzos, pasas por alto algún error en la traducción.
No todas las técnicas que mencionamos funcionan con todos los traductores. La mejor manera es probar algunas hasta que encuentres la que más se adapte a tu forma de trabajar. Corregir tu traducción es una parte esencial de tu trabajo y estos consejos te servirán para lograr una traducción sin errores.