Mientras que China sigue rumbo a posicionarse como fuerza económica líder en el siglo 21, las escuelas en Estados Unidos están comenzando a ofrecer chino mandarín con el objetivo de preparar a los estudiantes estadounidenses para hacer frente a la potencia asiática. Si bien no hay duda de que tener conocimientos de chino proporcionará una ventaja competitiva en el futuro, el columnista Nicholas Kristof, de New York Times, sostiene que los niños estadounidenses deberían estudiar español en primer lugar.
Kristof señala que la «presencia cotidiana» de la lengua española en los Estados Unidos y la creciente integración económica del país con América Latina hacen que el aprendizaje del español sea fundamental. Las personas con habilidades en esta lengua serán capaces de aprovechar las oportunidades de negocios en la región, las cuales seguirán creciendo en los próximos años mientras que las economías en lugares como el sur de Europa se estancan bajo el peso de la perdurable crisis financiera. Además, el español es mucho más fácil que el chino, y los estudiantes pueden alcanzar un nivel de conocimiento del español al graduarse de la escuela secundaria, lo cual sería imposible con el complejo mandarín.