Si eres un traductor independiente, probablemente debes enviar cotizaciones de traducciones varias veces por semana. Es posible que algunos de estos clientes potenciales nunca te respondan. ¿Qué debes hacer en estas situaciones? ¿Te comunicas con el cliente o tan solo dejas que el proyecto se te escape de las manos? Estos son algunos consejos para ayudarte a cerrar el negocio cuando se trata de presentar presupuestos de traducciones y realizar un seguimiento.
Los clientes de traducciones inexpertos tal vez se acerquen a ti para pedirte una cotización antes de haber evaluado completamente sus necesidades. No dudes en hacer todas las preguntas necesarias para entender bien los requisitos y las expectativas del cliente. Toma el control y describe al cliente los pasos del proceso si este no parece seguro.
Acuerda cómo y cuándo harás el seguimiento con el cliente en el momento de entregar la cotización. Una llamada telefónica, un correo electrónico o una reunión personal transcurrida una semana del contacto original generalmente es un tiempo razonable.
Cuando presentas inicialmente tu cotización, cerciórate de convencer al cliente sobre el valor de tus servicios particulares y de cómo su empresa se beneficiará al elegirte para el proyecto. Si no tienes éxito, pregúntate por qué el cliente duda en trabajar contigo. ¿Qué preguntas no dudaste despejar? ¿Cuáles fueron las objeciones?
El aspecto más importante que debes recordar es mantener el contacto con el cliente. Olvídate de esperar que el cliente te contacte después de recibir su presupuesto. Siempre debes hacer el seguimiento. Si el cliente no llama o no te envía un correo electrónico, reduce la frecuencia de contacto pero sigue pendiente del proyecto hasta que recibas un “sí” o un “no” como respuesta. Recuerda que algunos clientes tardan más en decidirse que otros.
No olvides que probablemente competirás con otros traductores por obtener el contrato del cliente. A veces, el factor decisivo no resulta ser la cotización del proyecto en sí, sino el seguimiento.